Las válvulas termoplásticas proporcionan una manera confiable y económica para servicios con productos químicos corrosivos, incluyendo ácido sulfúrico y ácido fluorhídrico, ácido nítrico, productos químicos oxidantes, cáusticos, disolventes, halógenos y varios otros líquidos altamente corrosivos. Funcionan a temperaturas de hasta 250° F, presiones de hasta 230 psi y fluyen hasta 18.500 gpm.